Por: Cosme Casals Corella y Elena Guarch Rodríguez
La
escenificación del desembarco de Cristóbal Colón en Bariay se estrenó el 28 de
octubre de 2007.
El
desembarco de Cristóbal Colón y su tripulación en Bariay, costa Norte de la
actual provincia de Holguín, en Cuba, significó el nacimiento de Iberoamérica.
La
llegada y desembarco no solo representaba para Colón la confirmación de haber
llegado a las Indias Occidentales, ni tampoco haber descubierto una nueva ruta
comercial a través del mar tenebroso; incluso, no representaba haber encontrado
un nuevo continente, desconocido hasta entonces. Representaba, eso sí, tomar
posesión de las tierras, lo que en lo personal significaba para el Almirante
uno de los acontecimientos que debería llegar a efecto con el mayor rigor
legal, majestuosidad y de absoluto respeto por sus soberanos y por el
cristianismo porque cada lugar pisado por él no solo constituía una nueva
propiedad de los reyes de España, sino que también era su propiedad, como
constaba en las Capitulaciones de Santa Fé, suscritas por ambas partes el 17 de
abril de 1492. De lo anterior se entiende que cada desembarco consistía en una
muy bien estudiada puesta en escena.
Sin
embargo extraña que la mayoría de las veces los historiadores y biógrafos de
Colón mencionen muy vagamente él interés particular del Almirante y se centren
la mayoría de las veces en magnificar el acontecimiento desde la óptica
internacional, que evidentemente también la tiene: con aquel acto los reyes
Católicos se convertían en los Soberanos más poderosos de la Cristiandad y de
todo el mundo y asimismo comenzaba a unirse en uno solo los dos mundos, el
Viejo y el Nuevo. En el segundo, obviamente había otros hombres y mujeres con
distintas formas de vida, creencias, lenguajes, costumbres…
Precisamente
por la aspiración personal del genovés, la llegada y toma de posesión de las
tierras recién vistas tenía la solemnidad que para Colón tenía, y solamente
después se hablaba de la posibilidad de contactar con el emperador de los
chinos. (Por cierto, si Colón creía, como dice muchas veces, que eran aquellas
tierras propiedad del Gran Khan, cómo es que toma posesión de ella para sus
soberanos?)
La bahía de Bariay, el lugar de Holguín, Cuba, donde nació Iberoamérica |
Tomando
en cuenta lo dicho, es que se elaboró este guión escénico para representar cada
año el desembarco de los europeos en Bariay.
Personajes:
CRISTÓBAL
COLÓN – Almirante de la Mar Océana.
MARTÍN
ALONSO PINZÓN – Capitán de la carabela La Pinta.
VICENTE
YAÑEZ PINZÓN – Capitán de la carabela La Niña.
RODRIGO
DE ESCOBEDO – Escribano de la Armada.
PEDRO
SÁNCHEZ DE SEGOVIA – Interventor Real.
MARINERO
– (cuatro en total, que son los remeros)
GRUPO
DE ABORIGENES NATURALES DE LA ZONA (son tres que pertenecen a una familia)
Señal en medio de la bahía de Bariay que indica donde Colón fondeó sus naves |
1. Los dos bateles parten de la boya
donde fondearon las naves Colombinas. (Mientras navegan hacia tierra se oye
música e época y la locución)
·
En
el primer batel viene el Gran Almirante Cristóbal Colón y también Rodrigo de
Escobedo, Pedro Sánchez, (que porta una cruz), y dos marineros. Colón viene en
la proa con la espada desenvainada y portando el Pendón Real de Castilla.´
·
En
el segundo batel vienen los capitanes Pinzón, cada uno porta un estandarte de
fondo blanco con una cruz verde en el centro, que además tiene en ambos lados
una “F” de Fernando y una “Y” de Isabel. Con ellos vienen dos marinos.
2. Tres aborígenes permanecen ocultos
mirando cómo se aproximan a la costa los bateles. Cuando desembarcan, los
aborígenes huyen y se esconde.
3. LOCUTOR (EN OFF): Estimados
visitantes:
El
Parque Monumento Nacional Bariay les da la más cálida bienvenida y les presenta,
para su disfrute, uno de los momentos más trascendentales de la Historia de la
humanidad.
Esta
escena que ya presencian está basada en una recreación de los hechos históricos
reales sucedidos en el siglo XV en este mismo escenario: la escenificación del
desembarco del Gran Almirante Cristóbal Colón en tierras cubanas durante su
primer viaje.
Soplaban
vientos propicios, era el vigésimo octavo día del mes de octubre del año mil
cuatrocientos noventa y dos, en una mañana invernal.
Y
fue el Almirante “en demanda de la Isla de Cuba al sursudoeste, y entró en un
río muy hermoso y muy sin peligro de bajas ni otros inconvenientes, y toda la
costa que anduvo por allí era muy honda y muy limpio fasta tierra. Tenía la
boca del río doce brazas y es bien ancha para barloventear.
De
estas formas las naves colombinas, la Santa María, La Niña y La Pinta fondearon
en la bahía de Bariay, tierras del Nuevo Mundo.
Dice
el Almirante que nunca tan hermosa cosa vido, lleno de árboles, todo cercado el
río fermoso y verdes y diversos de los nuestros con flores y con su fruto cada
uno de su manera. Aves muchas y pajaritos que cantaban muy dulcemente.
Había
gran cantidad de palmas de otra manera que las de Guinea y de las nuestras: de
una estatura mediana sin aquella camisa y las hojas muy grandes.
La
yerba era grande como en Andalucía por abril y mayo: halló verdolagas muchas y
bledos.
4. COLON: Salta a tierra y con voz alta
dice: Arriba, arriba todos a tierra. (Pausa) Seguidme mis capitanes Martín y
Vicente, hemos llegado a Cipango, tierra del Gran Khan.
5. MARTIN ALONSO: (Alegre) Sí, mi
Almirante, hemos llegado a tierra firme después de tantos inconvenientes.
6. Todos desembarcan. Colón se adelanta
a sus acompañantes y se arrodilla. En sus manos coge un puñado de arena y la
besa, entonces mira al cielo como dándole las gracias a Dios. El resto de la
comitiva detrás de él, lo imita.
7. COLON: Arriba mis marinos, clavad la
cruz en nombre de nuestro Salvador Jesucristo y nuestras altezas el Rey
Fernando y la Reina Isabel.
8. Dos marinos se adelantan, uno sujeta
la cruz y el otro cava un hueco con una pala de madera. Cuando está hecho, allí
entierran la cruz. Los dos marinos se marchan.
9. COLON: (Con voz muy firme) Hemos de
orar a Jesucristo que una vez más nos ha salvado la vida en estos mares. Esta
tierra firme que he descubierto llevará el nombre de San Salvador.
10. Todos
oran.
11. Terminada
la plegaria, todo se ponen en pie.
12. COLON:
(Con voz enérgica) Rodrigo de Escobedo, escribano de nuestra armada, ante la
presencia del señor Don Pedro Sánchez de Segovia, interventor real, ha de dar
testimonio de como Yo, Cristóbal Colón, ante todos, tomo posesión de esta
tierra por el Rey y por la Reina, sus señores.
13. ESCOBEDO:
(Se adelanta, abre un pergamino y lee en voz alta) Testimonio de cómo el
Almirante don Cristóbal Colón toma posesión de tierra firme.
Hoy
domingo, a los veinte y ocho días del mes de octubre del año del nacimiento de
nuestro salvador Jesucristo de mil cuatrocientos noventa y dos años.
El
muy magnifico señor Don Cristóbal Colón, Almirante Mayor de la Mar Océana,
Virrey y Gobernador Perpetuo de todas estas Islas y tierras firmes de las
Indias descubiertas o por descubrir, requirió a mí, Rodrigo de Escobedo,
escribano de toda la armada, y del señor Don Pedro Sánchez de Segovia,
interventor real, para que hemos de dar fe y testimonio mediante la presente
acta que el señor Don Cristóbal Colón ha tomado posesión de esta tierra firme
por parte de sus altezas y nuestro Señor Jesucristo.
Por
mandato del Rey Fernando y de la Reina Isabel y en virtud de dicho mandamiento
y del señor Don Cristóbal Colón, lo hice escribir y saqué en limpio y lo firmé
y le he puesto mi signo en testimonio de la verdad.
Place
a sus Altezas.
Rodrigo
de Escobedo, Escribano de la Armada.
Pedro
Sánchez de Segovia, Interventor Real.
Cristóbal
Colón, Almirante Mayor de la Mar Océana, Virrey y Gobernador.
14. Colón
es saludado por todos, en ellos hay mezcla de alegría y llanto. Todos dan
vítores a los reyes.
¡Vivan
los reyes Fernando e Isabel!
¡Viva
la Reina Isabel!
¡Viva
Castilla!
15. COLON:
Irrumpe con voz alta y haciendo ademanes, se dirige a los bateles.
Arriba,
a embarcarse que hemos de recorrer este hermoso río.
16. Todos
regresan a la barca y se marchan. Concluye la música de fondo.
17. La
Gran Cruz ha quedado clavada en la playa.
18. Los
“indios” empiezan a salir, se acercan a la cruz, asombrados. Cuando están todos
bailan el Areito alrededor de la cruz.
19.
LOCUTOR
(EN OFF): Tornose a la barca el Almirante Cristóbal Colón y anduvo por el río
arriba un buen rato y era, dice, gran placer ver aquellas verduras y arboledas
y de las aves, que no podía dejarlas para volver. Dice que es aquella Isla la
más hermosa que ojos hayan visto, llena de muy buenos puertos y ríos.
La
Isla, dice que está llena de montañas muy hermosas, aunque no son muy altas,
grandes en longura y toda la otra tierra es alta de la manera de Sicilia.
Decían
los indios que en aquella Isla había minas de oro y perlas y vido el Almirante
lugar apto para ellas y alemejas que es señal de ellas y entendía el Almirante
que allí venían naos del Gran Khan y grandes y que de allí a tierra firme había
jornada de diez días; llamó el Almirante aquel río y puerto de San salvador.
20. Se
oye el tronar de una lombarda. Los indios caen al suelo y yacen, tirados
simbolizando el ocaso de su cultura y el encontronazo que representó la
conquista y colonización de las tierras del Nuevo Mundo.
21. LOCUTOR
(EN OFF): En eta tierra se encontraron por primera vez los hombres de dos
mundos. Bajo el estandarte real de Castilla estaban los que procedían del país
de la pólvora y la máquina de imprimir, de grandiosas catedrales y blancas
naves aladas, de grandes humanistas y crueles inquisidores.
Eran
nuevos Jasones que habían abierto el camino a través del océano. Eran pilotos
de la expedición oceánica y pioneros de las futuras conquistas coloniales.
Los
aruacos, por su parte eran hombres desnudos, confiados e indefensos, que
mullían la tierra con palos puntiagudos, que vivían en chozas de paja y
desconocían el hierro, la pólvora y las hogueras de los actos de fé.
Encuentro
parece palabra más conveniente que descubrimiento, porque no era la humanidad
la que descubría una tierra nueva y desierta. Eran dos partes de la humanidad,
dos mundos que se encontraban aquella mañana en Bariay-San
Salvador.
Baile Areito, con el que los aborigenes invocaban sus dioses |
El Almirante toma posesión de las tierras que acaba de entrever |
Los aborigenes tratan de hacer resistencia |
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