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viernes, 3 de agosto de 2018

Caletones-Socarreño (Historia de la colonización del territorio)



Por: César Hidalgo Torres
La franja costera comprendida entre Gibara y la Punta de Piedra de Mangle, cuyo punto principal es actualmente la playa de Caletones, estuvo habitada desde tiempos prehistóricos por grupos humanos de economía no productiva que basaban su subsistencia en la recogida de moluscos y de diversos frutos y raíces obtenidos del medio que los rodeaba. Esas actividades las complementaban con la caza y sobre todo la pesca. Evidencias de lo anteriormente dicho son los números restos arqueológicos de estos habitantes primitivos del lugar conseguidos en el área de Laguna Blanca[1], a pocos kilómetros de la Playa de Caletones.

Estos pobladores iniciales del área desaparecieron mucho antes de la conquista hispana, quizás desplazados o asimilados por pueblos de origen aruaco que practicaban la agricultura y que arribaron a Cuba en sucesivas oleadas migratorias desde medio siglo antes que los españoles. De este segundo grupo se han encontrado numerosos objetos en terrenos situados a pocos kilómetros de la costa, sobre todo hacia la comarca de Las Caobas, (aunque hasta la fecha no se ha realizado un estudio científico riguroso de los sitios donde aparecieron).

Sin embargo Cristóbal Colón, acabado de llegar a la bahía de Gibara en 29 de octubre de 1492, escribió en su Diario de navegación que en ese lugar había casas grandes y abundante población.

El 30 de octubre el Almirante y sus acompañantes abandonaron Gibara y se dirigieron al oeste, pasando frente a la costa de Caletones. Y al día siguiente volvieron a transitar la zona en sentido contrario (rumbo a Gibara nuevamente). 
Después de esa accidental presencia europea, la zona quedó olvidada por más de dos siglos. Hoy los expertos se asombran de la casi total ausencia de documentación sobre las tierras cercanas a Gibara, (ello, probablemente, se debe a que se destruyeron durante el heroico incendio de Bayamo de enero de 1869).

Inicialmente todo el territorio que hoy corresponde al municipio Gibara quedó bajo el dominio del Cabildo de Bayamo establecido en 1513, y en esa situación administrativa se mantuvo hasta 1752, cuando pasó a depender del ayuntamiento de la ciudad de Holguín, establecido en ese año. Entonces los de Holguín solicitaron a la corona española que  varios terrenos situados cerca de la costa del norte pasaran a formar parte de los llamados “Fondos de Propios” del cabildo o Ayuntamiento, para que este pudiera arrendarlos y obtener recursos económicos para susostenimiento; entre ellos los que conformaron la hacienda de  Socarreño y Caletones.

La decisión favorable del rey español a la petición de Holguín no llegó hasta 1757[2], pero parece que el Cabildo comenzó a manejar las tierras pedidas desde el mismo momento de la solicitud y, como consta en actas notariales,  en 18 de octubre de 1752 concedió a censo la vasta posesión de Socarreño a don Juan Antonio de Almaguer Torres, “estimadas en 200 pesos de posesión, con los linderos: al oeste, con el hato y corral de Uñas y por el este, con el corral de Candelaria tirando al mar, y de ahí tirando por la playa con derechura hasta la Peña del Mangle, y de ahí cortando derecho a una punta de sierra”[3].Curiosamente todavía hoy uno de los puntos costeros de la vieja hacienda se sigue nombrando Playa Juan Antonio; ¿se deberá, acaso, al nombre del primer propietario? Por supuesto que cualquier opinión al respecto cae en terreno especulativo, pero es perfectamente posible.

Desde el siglo XVIII se produjeron compraventas de derechos sobre el uso de la tierra en esta gigantesca posesión, (dedicada fundamentalmente a la ganadería extensiva sobre todo porque los terrenos costeros de la hacienda son muy poco fértiles y por tanto poco propicios para la agricultura, mientras que el ganado medra comiendo muchas veces hojas de árboles y arbustos, aunque igualmente se ve afectado en épocas de sequía por la escasez de fuentes de agua). Entre las personas que tuvieron propiedades en Socarreño-Caletones durante el siglo XVIII estuvieron Juan Infante y Fructuoso Domínguez.  

Playa Caletones
Iniciado el siglo XIX algunas personas se interesaron por obtener los productos del mar que era posible extraer de la extensa franja costera que va desde Gibara hasta la Punta de Piedra de Mangle, entre esos la concha de carey, de la que existen reportes de exportación desde finales del siglo XVIII[4].En 1821 el pesquero de Caletones pasó a manos de José Miguel Agüero y en 1823 el “hombre de mar Francisco Pérez” obtuvo la concesión del pesquero de El Mangle[5].

La poca fertilidad de los terrenos de Caletones en contraste con los muy fértiles valles de los ríos Gibara, Cacoyugüín y Yabazón, hizo que mientras el capital anglosajón fundaba los ingenios Santa María y La Victoria en las feraces tierras de aluvión cercanas a los ríos, la franja costera se mantuviera solitaria, solamente visitada por unos pocos cazadores y pescadores y habitada, nada más,  por muy pocas familias, casi todas  extremadamente pobres, que buscaban mejorar su subsistencia con los recursos que les brindaba el ecosistema costero, sin que los inversores aspiraran a echarlos del lugar.

Al iniciarse la Guerra por la independencia de Cuba en 1868 la población del área costera seguía siendo escasa; destacando solamente un pequeño núcleo de vecinos establecidos en La Resbalosa, a cierta distancia del mar. Y como en las inmediaciones estaba el fortificado pueblo de Gibara, con población mayoritaria a favor del dominio colonial, el estado español se sentía seguro… sin embargo, el 10 de febrero de 1870 se produjo en la franja costera un hecho completamente inesperado por las autoridades colonialistas asentadas en la villa cercana, (Gibara): el desembarco de la expedición del patriota cubano Domingo Goicuría Cabrera.

Actualmente en Playa Caletones se celebra uno de los más importantes Festivales de Música Electronica:
 
 


[1]Museo Municipal de Gibara: Inventario de Sitios Arqueológicos del Municipio. Actualización 2003

[2]Ver: Ávila Del Monte, Diego de: “Memoria sobre el origen del hato de San Isidoro de Holguín”. Pág. 112

[3]Ídem. Págs. 112 y 113. Ver también: Novoa Betancourt, José: “Diccionario Histórico de la Propiedad Agroganadera. Jurisdicción de Holguín”. (Inédito)

[4]Ver: Archivo Nacional de Cuba, Fondo Intendencia General de Hacienda, Legajo 93 no. 2856


[5]Archivo del Museo Provincial de La Periquera, Holguín. Fondo 1700-1867. Documento 517

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