El
extinto búho gigante de Cuba, Ornimegalonyx, se considera el más grande que
haya existido jamás.
Reproducción de American Museum of Natural History |
La
noticia (dada a cnocer en 2012), de la presencia de un Búho Gigante entre los restos óseos localizados
en la cueva “La Lechuza” de la zona de la Gejira, en Gibara, impactó a todos en
ese territorio.
Clasificados
como pertenecientes a un ave que vivió en el Pleistoceno tardío y el Holoceno
temprano cubano, (entre veinte mil y seis mil años antes del presente), los
restos óseos se encuentran mineralizados. Entre ellos se pudo encontrar una
cintura pélvica del antiguo Búho que alcanzó un metro de altura.
Científicamente
conocido como el Ornimegalonyx, era esa un ave carnívora de cortas alas que
probablemente no podía volar, pero poseía largas patas y pequeño esternón, al
parecer para facilitar la captura de sus presas mediante la carrera.
Un detalle de las enormes garras del Ornimegalonyx del modelo que exihibe el museo de los Estados Unidos. |
En
el agrupamiento óseo, denominado Orictocenosis, también fue posible identificar
la presencia de un mamífero de hábitos arbóreos, nombrado Neocnus gliriformis,
considerado antecesor de todos los perezosos del continente latinoamericano.
Igualmente
se definieron restos fosilizados de jutías de los géneros extintos Boromys,
Geocapromys y Capromys pilorides, y una pieza dentaria de un Almiquí,
insectívoro cuyos ejemplares hoy se consideran fósiles vivientes.
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