Una
expedición realizada por miembros del Cuerpo de Guardabosques del Ministerio
del Interior de Gibara, mientras realizaban un monitoreo a los recursos
naturales de esta área cársica, fueron avisados por dos campesinos que
accidentalmente encontraron una caverna.
La
expedición, integrada por Ernesto Moreno, Frank Cuesta, Israel Gómez y Vladimir
Ramírez se dirigieron al lugar, donde realizaron la exploración y el
levantamiento cartográfico del antro, además de un estudio climatológico en el
que se registraron temperaturas de 30.7 º c
y una humedad relativa del 85 %, (ambas
en lo mas profundo de la caverna).
Asimismo
comprobaron que la caverna cuenta con una importante reserva de agua, de
comprobada calidad para el consumo humano.
En
el lugar descubrieron restos fósiles de mamíferos que habitaron en estos
bosques y que datan del Periodo Geológico del pleistoceno cubano.
Hay
que destacar que en uno de sus salones encontraron dos singulares formaciones
secundarias, consistentes en estalagmitas y estalactitas de morfología poco
usual. Ambas están siendo estudiadas por los miembros de la dicha expedición.
El
ecosistema donde se encuentra la recién descubierta caverna es muy variado,
destacándose las aves, moluscos y reptiles, algunos de los cuales son endémicos
cubanos.
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